Existe una gran relacion entre la decoración y el estado de ánimo?
Esta es una pregunta muy común, pues así como esté tu estado de
ánimo, así mismo se reflejará el interior de tu hogar, y lo más
importante, es que esa es la energía que se transmitirá a quien visite tu hogar: imagínate por un momento pasar tiempo en una habitación
oscura, desordenada y desagradable; ahora imagina el mismo espacio con
una iluminación considerable, colorida, con un orden valioso y unos
muebles de diseño agradable.
El entorno de una persona se ve reflejado en su espacio, si la paz lo
envuelve, eso se verá reflejado en su interior, pero si existe una
crisis, tristeza o alteración alguna, se notará inmediatamente.
Es por eso que los colores, las líneas y las formas, son tan importantes, cada uno de
ellos le pondrá el toque de personalidad para fusionar una alegría al
residente y visitante del hogar.
No es lo mismo cocinar en una cocina aburrida y opaca que una cocina
moderna, practica e iluminada. No se siente lo mismo al descansar en un
dormitorio relajante que al querer conciliar el sueño en un dormitorio
con luces fuertes, colores vibrantes y objetos que nos distraen.
En el caso de personas que sufren picos emocionales, se utiliza la
relación entre la decoración y el estado de ánimo para poder
armonizarlos. Es por esto que se debe tener muy en cuenta el tipo de
decoración que se utiliza en los dormitorio de personas que tienden a ser
depresivas como así también en las que son muy enérgicas, ya que todo
influye y puede afectar positiva o negativamente.
Cuando vayas a elegir los colores, debes tener en cuenta que los tonos cálidos como el rojo y el naranja favorecen la sensación de alegría
y fomentan el dinamismo y la extroversión pero si los llevas al
extremo, pueden provocar agresividad y sensación de opresión. Por ende,
para estar seguros de que lograremos el efecto deseado, lo más
recomendable es utilizar estos colores en la tapicería o tan solo para
resaltar una pared.
Por otra parte, los colores fríos como el verde, el azul y el malva transmiten serenidad, tranquilidad y relajación.
Son ideales para agrandar espacios pequeños y para fomentar la
creatividad pero si los usamos en exceso, la habitación puede adquirir
un carácter impersonal y hasta deprimente ya que estos colores no
transmiten muy bien la energía de la vida.
Si no pretendes cambiar los colores de
las paredes con frecuencia, lo mejor es que optes por una combinación de
tonos fríos y cálidos. Ten presente cuál es el objetivo de cada
habitación y utiliza los colores correspondientes. Normalmente el salón
para compartir con los amigos se aviene perfectamente con los tonos
cálidos mientras que los colores fríos son ideales para el dormitorio.