miércoles, 8 de octubre de 2014

"La Fascinación por el arte Nipón"

Vuelvo después de unas largas vacaciones!!!!!  Intentando transmitir mi fascinación por el arte Nipón.
 
 
El "Japonismo" es el término que se utiliza para denominar la influencia del arte japonés en el arte occidental. El origen de esta palabra es discutido: según algunos, proviene de Julies Claretie en su libro L’Art Francais en 1872, publicado ese mismo año, mientras que para otros sostienen que fue Zola el primero en acuñar este término.

Dio su inicio con la llegada de estampas niponas, llamadas ukiyo-e, a París. Específicamente, ukiyo-e es la técnica del grabado policromo, que se caracterizaba por la captación de escenas espontáneas, algo que fascinaría a artistas franceses impresionistas.
En dichas escenas la figura de la geisha desempeñaba un protagonismo considerable, así como en otras manifestaciones artísticas como la literatura o la ópera. Del mismo modo, es destacable la representación de actores de kabuki (forma de teatro japonés), de luchadores de sumo, de chonin (burguesía nipona) o de samuráis.
 



El artista francés Félix Braquemond, alrededor de 1856, entró en contacto con este arte con el libro de esbozos Hokusai Manga, en el taller de su impresor: el libro estaba siendo utilizado como papel de embalaje de un pedido de porcelana. A pesar de este primer contacto con obras japonesas, la mayoría de estampas que llegaban a Occidente eran de artistas contemporáneos a la época (décadas de 1860 y 1870) y tuvo que pasar algún tiempo hasta que se empezaran a valorar los trabajos de artistas de generaciones pasadas. Los autores principales de este movimiento fueron:

 
Utamaro 1754 – 1806
Hokusai 1760 – 1849
Hiroshige 1797 – 1858

Se debe tener en cuenta que a mediados del siglo XIX, Japón abre sus fronteras para el intercambio comercial, cosa que facilitó que el arte nipón llegara a occidente. Las exposiciones universales que se daban en la época, como la de Londres en 1862 o la de París en 1867, ayudaron a su difusión. La sección japonesa de esta última exposición supuso una revelación para Morris y su discípulo Arthur Lasenby Liberty, quien llegaría a fundar una tienda de decoración basada en objetos del Extremo Oriente.
 
 
 



 


Teniendo en cuenta la amplitud del término, el Japonismo puede identificarse fácilmente a través de las siguientes características a nivel formal:

-El fervor por la naturaleza.

-El uso de colores planos y vibrantes.

-El predominio de líneas claras, descriptivas y decorativas. Uso de las línea para destacar el volumen de las figuras, sin necesidad de sombrearlas, para resaltar el color puro. Edouard Manet será uno de los primeros en utilizar la línea de una manera acentuada.

-La asimetría e irregularidad, fruto de la falta de perspectiva, la luz sin sombras y las áreas planas en las composiciones.

-La libertad de composición, al colocar a los sujetos descentrados organizándolos en ejes diagonales. Es el encuadre fotográfico (el motivo principal no centrado), rápido, fugaz, con impresión de movimiento.

-Se trata de un estilo muy decorativo, especialmente representativo en los primeros años del Japonismo.

-Suele emplear frecuentemente materiales que dan a la obra aspecto de gran riqueza.

-Agrado por el color dorado y los fondos del mismo color.

-Tranquilidad y austeridad.

-En ocasiones, las manifestaciones artísticas están impregnadas de un halo religioso-espiritual.

-Centrado en temas de la vida cotidiana, actividades comunes y corrientes, sin temas históricos ya que predominan imágenes del teatro, de la calle y reuniones sociales o labores domésticas. También el paisaje en sus diferentes estaciones del año.

 



 

 

Katsushika Hokusai fue un polifacético y productivo artista (pintor, dibujante y grabador).
Nació sobre 1760 en Edo (actual Tokyo). Sobre los 5 o 6 años ya empezó a dibujar y desarrollar su pasión sobre la pintura. Hokusai quedó huérfano siendo muy pequeño, por lo que fue adoptado por un prestigioso artesano que realizaba espejos para la corte del Shogun. De joven, Hokusai trabajó como vendedor en una librería y a los 15 años entró como aprendiz de grabador y xilógrafo en un taller. Con 18 años, se convirtió en el discípulo y aprendiz de Shunsho, el maestro de la escuela ukiyo-e. Aprendió la técnica del grabado con planchas de madera, especializándose en el retrato de actores, y un año después empezó a publicar sus primeros trabajos con una técnica ya dominada. También trabajó con otros pintores como Hiroyuki y Torin y estudió pintura europea.
 


La atracción por Japón llegó a España a finales del siglo XIX de la mano de los intercambios comerciales entre España y Japón a  finales del siglo XIX, aunque se alargó hasta la Guerra Civil. Este movimiento tuvo un gran auge alrededor de las grandes figuras del modernismo gracias, en parte, a Siegfried Bing, un marchante apasionado primero del arte japonés y después de las artes aplicadas que introdujo productos Art Nouveau.
 

 
 
 
Algunas de las mejores colecciones de arte nipón en España también se formaron a finales del siglo XIX, como es el caso de la del arquitecto modernista catalán Josep Mansana (que llegó a componerse de 3.200 piezas) o la de Richard Lindau, nombrado cónsul de Alemania en Barcelona en 1876 y previamente (de 1866 a 1868) diplomático en Japón. El conjunto de obras exhibidas en Japonismo. La fascinación por el arte japonés perfila el fenómeno como algo más que una influencia: una importante aportación para el inicio de nuevos caminos estéticos.


Les dejo hasta la próxima!!!!!! 

 


 

 

 

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